Con La dolce vita llegó el escándalo. La película de Federico Fellini, estrenada en 1960, mostraba una semana de la agitada vida en Roma de un periodista de la prensa rosa (Marcello Mastroianni) a través de siete episodios mundanos.
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Una de las fotos que tomó Tazio Secchiaroli del striptease que hizo Aïché Nana el 5 de noviembre de 1958 en el restaurante Rugantino, del Trastévere, al término de la celebración del cumpleaños de la aristócrata, periodista y escritora Olghina di Robilant en la que estaba presente Anita Ekberg, que después recrearía la escena en La dolce vita . Fellini se inspiró en este acontecimiento y en las historias que le contaba Secchiaroli, que aparece en la película en forma del personaje Paparazzo.
Enamoramientos de una noche, cabarets, fiestas, y hasta una “orgía”, según la prensa del momento, se agolpaban en un filme que iba a dejar un puñado de imágenes convertidas en iconos populares, sobre todo la exuberante Anita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi con su largo vestido de noche.
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Anita Ekberg en la escena que la hizo famosa en La Dolce Vita
La actriz sueca, fallecida hace cinco años, declararía ya en su vejez: “ La dolce vita sólo existe por esa escena enloquecedora en la que estábamos Marcello y yo. Más yo, en verdad, que él”.
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Federico Fellini durante el rodaje de Ls dolce vita
Aunque ciertamente la mayoría sólo recuerda esa escena, la cinta de Fellini fue todo un éxito de crítica, se llevó la Palma de Oro en Cannes y el Oscar al mejor vestuario.
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Marcello Mastroianni y Anita Ekberg comparten escena en La dolce vita