Cuidar de la lavadora es importante, puesto que estamos ante un electrodoméstico muy utilizado en el hogar. Un mantenimiento y limpieza regular se antojan imprescindibles para evitar que puedan producir atascos, malos olores y un desgaste prematuro del aparato, lo que derivaría en la necesidad de cambiarlo antes de lo esperado y deseado.
A medida que se va utilizando y con el propio paso del tiempo, es habitual que surjan problemas en su funcionamiento por la acumulación de cal, los restos de jabón y la humedad, pero afortunadamente, existe un método eficaz y natural que sirve para limpiar la lavadora por dentro con vinagre y bicarbonato de sodio, con el que puedes decir adiós a los atascos.
La combinación de estos dos productos, que son económicos y podrás encontrar sin problema en cualquier supermercado o tienda, podrás limpiar en profundidad la lavadora sin tener que recurrir al uso de químicos agresivos, poco recomendados por los daños que puede provocar sobre distintos componentes del electrodoméstico.
El vinagre blanco es de sobra conocido por ser un potente desinfectante que posee propiedades antibacterianas, teniendo así capacidad para poder eliminar los residuos mientras neutraliza los olores, y todo ello sin provocar ningún tipo de daño en los componentes de la lavadora.
Por su parte, el bicarbonato de sodio es un abrasivo suave, lo que ayuda a la hora de conseguir desincrustar la suciedad acumulada tanto en el tambor como en los conductos del electrodoméstico. Cuando se combinan ambos productos, se consigue crear una reacción efervescente capaz de limpiar en profundidad la lavadora, deshaciéndose de los residuos de detergente, los depósitos de cal y del moho.
Cómo limpiar la lavadora con vinagre y bicarbonato
Una vez conocidas las propiedades de ambos ingredientes, es muy fácil poner en práctica este truco de limpieza, que deberá ser utilizado con la lavadora vacía. En primer lugar, se debe verter un vaso de bicarbonato de sodio en el compartimento del detergente de la lavadora, para, seguidamente, añadir un vaso de vinagre blanco en el mismo cajetín.
Una vez que se han añadido ambos productos, se debe poner en marcha seleccionando un ciclo corto con agua caliente, dejando que la lavadora complete el programa. En algunos casos, los expertos recomiendan que se detenga el ciclo una vez que la mezcla esté distribuida por el interior del aparato, dejando reposar la solución durante 30 minutos antes de reanudar el lavado.
Además de recurrir a este truco de limpieza en el que se usa vinagre y bicarbonato de sodio, no hay que olvidar que para que este electrodoméstico funcione perfectamente y durante más tiempo, es imprescindible que se adopten una serie de hábitos que ayuden a prolongar su vida útil.
Para ello es importante limpiar el filtro de manera periódica, secar el cajetín del detergente tras cada uso y dejar la puerta abierta de la lavadora tras cada lavado, siendo unas prácticas sencillas que contribuyen a prevenir la proliferación de moho al mismo tiempo que reducen el riesgo de atascos. Además, es aconsejable usar una cantidad apropiada de detergente para evitar la acumulación de residuos y conseguir un mayor rendimiento del aparato.
Cómo limpiar una lavadora por dentro
Más allá de tener en cuenta la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio, existen otros puntos a tener en cuenta para poder conseguir una adecuada limpieza del interior de una lavadora. Uno de los primeros componentes a tener en cuenta al llevar a cabo una limpieza profunda es la goma que sella la puerta, que es un componente clave para evitar fugas de agua durante el lavado, pero además es donde se suele acumular mayor cantidad de suciedad.
Es por ello por lo que, para evitar que esos restos de suciedad, detergente y humedad pueden acabar por favorecer la aparición de moho, se limpie la goma, para lo que hay que abrir la puerta y tirar con suavidad de la goma hacia afuera para exponer sus pliegues. Con un paño humedecido con agua y vinagre blanco se pueden eliminar los restos adheridos, e incluso usar un cepillo de dientes viejo para alcanzar las zonas más complicadas.
Tras la limpieza de la goma, es fundamental secar bien la goma con un paño limpio. Para el cajón del detergente, puedes retirar el mismo y enjuagarlo con agua fría bajo el grifo. Si tiene restos de suciedad más persistentes, será recomendable cepillar suavemente para eliminarlos y, como alternativa, puedes agregar media taza de vinagre blanco en el dispensador del detergente y seleccionar un ciclo de lavado normal a al menos 30 °C.
En cuanto al filtro de la lavadora, que también es clave para evitar la obstrucción de los conductos de drenaje, deberás desconectar el aparato de la corriente eléctrica y colocar un recipiente bajo el compartimento del filtro para recoger el agua que pueda salir al abrirlo. Tras retirar el filtro, se debe enjuagar con agua fría, eliminando los restos adheridos usando un paño o un cepillo. Una vez limpio, hay que secarlo bien antes de volver a colocarlo en su sitio.
Por último, si te encuentras con que la lavadora desprende malos olores, puede deberse a que su interior se encuentre repleto de bacterias que generan moho. Para solucionar este problema, se puede poner en marcha con un ciclo corto con agua caliente y media taza de vinagre blanco. Una vez finalizado, dejar la puerta abierta para que ventile el resto del día.